Una fuerte marejada con olas de más de 8 metros se llevó la noche del jueves el popular farolillo ubicado en el extremo norte de la barra, que servía de señal de estribor (luz verde) para facilitar la navegación de los pesqueros en busca del abrigo portuario.
La barra de San vicente en la que se encuentra data de la primera mitad del pasado siglo, se adentra cerca de 400 metros en mar abierta con el fin de proteger y facilitar el trafico pesquero de la villa.